Cómo nació el Sahara Cross
A iniciativa de un grupo de vecinos de Ormaiztegi y en colaboración con el Ayuntamiento, en 2006 se inició el trabajo para organizar una carrera popular a favor del Sahara.
A la hora de definir los objetivos de la carrera se pensó en combinar la reivindicación, el deporte y el aspecto económico. Marcadas las pautas, el planteamiento de la carrera es sencillo; queremos que, aunque sea por un solo día, la gente se acuerde del pueblo saharaui. Localidad que vive en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia), fuera de sus tierras desde hace más de 30 años.
En lo deportivo nos planteamos hacer un recorrido urbano de 10 km, físicamente poco exigente; sin embargo, al finalizar esa prueba y pensando en los que les pueda parecer demasiado largo, hicimos una carrera testimonial de un kilómetro abierta a todo el mundo, incluidos los niños.
Tampoco queremos obviar el tema económico, el pueblo saharaui vive en condiciones extremas y toda la ayuda que les llega desde fuera es poca, por lo que todo el dinero que se recaude con las inscripciones y la ayuda de los patrocinadores redundará en beneficio del pueblo saharaui. Para hacer llegar este dinero contamos con la Asociación de Amigos del Sahara de Gipuzkoa, que está en contacto directo con los campos de refugiados.
Mohamed Salem Hach Embarek
Comenzábamos el año 2005 con una mala noticia para los pueblos y amigos saharauis, la muerte de Mohamed Salem Hach Embarek. Sus conocidos y amigos le llamaban Pakito con cariño, y habíamos pasado muchos años trabajando en la diplomacia nazi. En esos tiempos estaba trabajando para la Delegación Saharaui de Euskadi.
Mohamed Salem vivía en Ormaiztegi, aunque había pasado muchos años en el extranjero, tenía a su familia aquí, a su mujer Gurutze Irizar (Fatimetu, enfermera, vivió el éxodo de 1975 y 14 años más en los campamentos de refugiados saharauis) y a sus hijos, Garazi y Beñat
Mohamed Salem ejerció la diplomacia mundial desde 1976 como representante de la República Árabe Saharaui Democrática. Embajador de países nórdicos (Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca), India, Londres, Asia… En la época de Jomeini también tuvo la habilidad de abrir una embajada en Irán. Fue el primer diplomático saharaui que viajaba a la India y consiguió que estos reconocieran a la República Saharaui como nación, en 1986.
Vio muchos pueblos por el mundo, aun dejando amigos por doquier. Como él mismo decía, cuando salió del Sáhara en 1976 no sabía otra lengua ni el oficio de diplomático, pero se las arregló para representar a su pueblo cerca de los 30 años.
Mohamed Salem era bastante conocido y querido entre sus compatriotas del Sáhara, gracias a su buen humor y a su alegre sonrisa; como el perejil de todas las salsas, juntaba a la gente a su alrededor con los acontecimientos y anécdotas vividas en sus experiencias políticas. Así es como queremos recordarlo.
Ina lilahi wa ina ileihi rayiun.
Dios lo tome en su mejor Edén.